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Tello: Vendía golosinas en el colegio para solventar gastos de su hija enferma y ahora le prohibieron hacerlo

Carmen Agüero es vecina de la localidad de Desiderio Tello, y mediante un posteo dio a conocer la situación que le tocó atravesar cuando desde una de las instituciones educativas a la cual concurría a vender le prohibieron seguir haciéndolo.

Josefa del Carmen Agüero, quien reside en la localidad de Desiderio Tello, tiene 53 años de edad, y este martes mediante su red social realizó un posteo donde plantea lo que le sucedió cuando intentó retomar con la venta que habitualmente realizaba en las escuelas, pero según sus dichos el rector del nivel secundario le informó de mala manera que no podría seguir realizando su trabajo.

Carmen explicó lo que la impulsó a iniciar la venta en el edificio escolar, donde funcionan los niveles primario y secundario. Hace un año a su hija de 31 años le detectaron cáncer, por lo que debe reunir para aportar al tratamiento a la cuál está siendo sometida en la provincia de Córdoba, y es por eso que además de la venta de comidas que tiene en su domicilio, decidió pedir autorización para poder asistir a la escuela con un carrito donde lleva golosinas, galletas, jugos, sándwich, y ubicarse en el ingreso al edificio, tratando de no interferir con las actividades educativas.

En su testimonio remarcó que este lunes no pudo asistir ya que se encontraba con la sesión de quimioterapia de su hija en la provincia de Córdoba, “la llevo cada 15 días y justo ayer le tocaba la quimio, es el único día que no asisto porque me voy con ella a Córdoba“. Consultada sobre si la escuela tiene venta mediante alguna cantina o kiosco, respondió, “no hay cantina, no hay nada, el en una ocasión me dijo que estaba por poner un negocio y lo iban a trabajar los chicos, y le dije que me avise con tiempo porque lo poquito que tengo lo compro, para no invertir, ya que eso lo hago a la mañana y a la tarde, y a la noche vendo sanguches en mi casa“.

“Yo no tengo ningún ingreso, todas las autoridades saben mi situación, no voy a pedir, yo voy a trabajar, nunca he pedido, y el rector me dijo que me retirara, que iban a comenzar a trabajar los chicos, a lo que le respondí que me podía poner afuera, pero me pidió que lo haga bien lejos, porque no quería que interrumpa a los chicos de la tarde“, continuó Agüero relatando.

Por lo comentado el inconveniente solo involucra el nivel secundario, ya que en el nivel primario la directora le permite continuar con el trabajo que venía haciendo. “Tengo muchos problemas con esto de mi hija que tiene esta enfermedad fulminante, y no se pudo operar, y lo vi como sin corazón porque siempre me apoyaron, y me voy a la mañana y a la tarde con mi carro, y me dolió la actitud, porque ellos saben como yo vivo, no tengo nada“.

Al finalizar Carmen aseguró que no continuará con la venta en ninguno de los niveles, “me iré al parquecito, a otro lado a vender, pero acá somos cuatro gatos locos“. A manera de ejemplo, cada bolsita de colostomía que su hija requiere le cuesta aproximadamente $2.600, y es necesario mas de una a diario, por lo que cualquier ingreso siempre es insuficiente.

FUENTE: Radio Metro Chepes

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