En dialogo con el equipo de Aquí & Ahora, Rolando Nicolás Romero contó sus vivencias por haber sido un paciente que se realizaba diálisis y necesitaba urgente un riñón, y, en un acto de amor en medio del dolor, una familia tomó la decisión de donar los órganos de un joven que sufrió un siniestro vial en Campanas el año pasado. Una historia entre la ciencia, el amor y la fe. Escucha la nota.
Todo comenzó allá por el 2015, cuando Rolando se realizó una operación de vesícula y le dijeron que tenía una pequeña insuficiencia renal. “Yo seguí con mi vida, no le di mucha importancia, los riñones no duelen y llegó un momento en que los dos riñones dejaron de funcionar. En el año 2021, me comencé a dializar”.
“Uno no sabe de donde proviene el órgano que le trasplantan, pero yo me encargue de averiguarlo”
“Esto lo averigüe a través de diarios y demás: allá por la última semana de enero del año 2023. Dos jóvenes chocaron en la moto, en Campanas. La chica fallece en el momento y el chico, que se llamaba Fabián, fue trasladado a la Capital por la gravedad del accidente. Habrá estado 48 horas y yo ya no tenía remedio, no podía sobrevivir. La familia, relato de la mamá y las hermanas, en medio de la angustia, decidieron donar los órganos. Estaban con un hermano y un hijo, casi sin vivir”.
“La mamá estaba en la duda, y después de mucho pensarlo, decidieron en un acto de amor y de grandeza, donar sus órganos y uno de los riñones de Fabián es el que yo tengo hoy en mi organismo”.
“Yo fui a buscarlos, fui a conocerlos porque necesitaba saber. Además, contarles a ellos sobre ese acto que tuvieron, de amor infinito”.