Las primeras proyecciones sobre los resultados de las elecciones europeas muestran que la centroderecha reforzó su mayoría en el Parlamento, mientras que los partidos de extrema derecha conquistaron nuevos escaños.
“El centro se mantiene”, dijo la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al celebrar la victoria del Partido Popular Europeo, que obtuvo 191 escaños y se consolidó como el bloque mayoritario en el Parlamento Europeo.
No obstante, los partidos de extrema derecha lograron avances en Francia, Alemania, Italia y Austria, mientras que los partidos liberales y verdes retrocedieron.
Se estima que la participación electoral fue del 51%, ligeramente superior a la de 2019.
La sorpresa de Macron
En una decisión inesperada, el presidente francés, Emmanuel Macron, disolvió el Parlamento de su país y convocó elecciones anticipadas que se celebrarán en dos rondas, el 30 de junio y el 7 de julio, después de que su alianza sufriera una gran derrota ante la extrema derecha.
Las encuestas a pie de urna indican que la Agrupación Nacional de Marine Le Pen podría derrotar al partido de Macron, en una victoria histórica para el partido de extrema derecha.
La decisión de Macron fue sorpresiva y constituye una gran apuesta política.
Aunque había coqueteado con la idea de disolver el Parlamento francés el año pasado, después de ser derrotado en las últimas elecciones generales de Francia, pocos esperaban que Macron anunciara esa medida ahora, explica Katya Adler, editora de la BBC para Europa.
Estos comicios anticipados podrían obligar al presidente francés, quien se describe a sí mismo como un centrista y un europeo apasionado, a trabajar con un primer ministro de extrema derecha, escéptico con Europa.
Por su parte, Marine Le Pen, quien es retratada habitualmente como la némesis política de Macron, declaró el domingo que su partido está preparado para gobernar.
El escenario de que un presidente y un primer ministro de diferentes partidos trabajen juntos ya se ha presentado anteriormente en Francia. Sin embargo, sería una novedad que el nuevo primer ministro viniera de la extrema derecha.
Oposiciones ganadoras
Los partidos conservadores de la oposición ganaron tanto en Alemania como en España.
El canciller alemán, Olaf Scholz, afronta la mayor derrota, dado que los socialdemócratas fueron superados por el partido de extrema derecha Alternative für Deutschland (AfD), reportó Paul Kirby, editor de la BBC para Europa desde Bruselas.
La líder de AfD, Alice Weidel, dijo que este resultado electoral, que ronda el 16% de los votos, muestra que su partido está listo para la victoria en Alemania.
En el caso de España, con casi la totalidad de los votos escrutados, el conservador Partido Popular ganó con 34,2% de los votos, por delante del Partido Socialista del presidente Pedro Sánchez, que obtuvo 30,2%.
El partido de extrema derecha Vox obtuvo el 9,6% de los votos y logró tres nuevos escaños, mientras que un nuevo partido de la derecha radical, Se acabó la fiesta, consiguió sus primeros eurodiputados al obtener 4,6% de los votos.
La alianza de izquierda Sumar, socio menor de la coalición gobernante, obtuvo el 4,7% de los votos, mientras que su rival Podemos tuvo una mala jornada, al conseguir sólo dos escaños con el 3,3% de los votos.
Por su parte, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), de extrema derecha, parece encaminado a una estrecha pero histórica victoria en la votación europea.
El triunfo de Meloni
Hermanos de Italia, el partido de ultraderecha encabezado por Giorgia Meloni, conquistó la mayoría en la votación italiana.
Este triunfo de Meloni, quien lidera un gobierno de coalición desde 2022, debería traducirse en más de 20 de los 76 escaños que Italia ocupa en el Parlamento Europeo.
Este resultado indica que Meloni logró duplicar la representación de su partido en sólo cinco años, explica Laura Gozzi, reportera de la BBC desde Roma.
Sin embargo, un porcentaje no despreciable de italianos votó por el opositor Partido Democrático (PD), de centro izquierda, que obtuvo poco más del 20% de los votos, un resultado mejor que el de 2019 y que supera las expectativas de muchos de sus militantes.
Meloni parece tener un control firme de la política italiana. Curiosamente, también es la única líder entre los “grandes” países europeos, como Francia, Alemania y España, que logró un buen desempeño en las elecciones europeas de este año.
Este resultado implica una situación inusual en la historia de Italia, que ahora es uno de los países más estables políticamente de Europa.
Dimisión en Bélgica
El primer ministro belga, Alexander De Croo, anunció que dimitirá tras los decepcionantes resultados electorales.
Entre lágrimas, afirmó que había sido “una velada especialmente difícil”.
Este fin de semana hubo mucho en juego para los electores belgas, que no sólo votaron en las elecciones de la Unión Europea, sino también en las elecciones federales y regionales.
A nivel nacional, el mayor partido de extrema derecha, Vlaams Belang, logró avances, pero menos de lo previsto.
La izquierda y los verdes que ganaron
En contraste, los partidos de izquierda y verdes lograron los mayores avances en Suecia, Finlandia y Dinamarca.
Los socialistas de la oposición portuguesa obtuvieron una estrecha victoria, pero el mejor resultado para la izquierda se produjo en Dinamarca, donde la Izquierda Verde estaba en camino a convertirse en el partido más grande, al derrotar a los gobernantes socialdemócratas de Mette Frederiksen.
Los triunfos de la extrema derecha y la derecha nacionalista en el Parlamento Europeo reflejan las preocupaciones de los votantes frente a la migración, la inflación y el costo de las reformas ambientales.
Aunque los partidos de extrema derecha lograron avances en varios países de la Unión Europea, no está claro si realmente podrán influir en la política del bloque.
La mayoría de los escaños en la cámara de la Unión Europea donde se debaten, modifican, aprueban o rechazan las leyes siguen firmemente en manos de partidos centristas.
Para tener influencia en la política europea, los partidos de extrema derecha de todo el bloque tendrán que unirse. Y eso es un desafío, dado que tienen diferentes prioridades nacionales y profundas diferencias en temas fundamentales, como el apoyo a Ucrania contra Rusia.