Se sumaron funcionarios, diputados y senadores y los expresidentes Macri y Rodríguez Saá. La vicepresidenta Victoria Villarruel se ausentó por un cuadro gripal.
El presidente Javier Milei y un grupo de 19 gobernadores rubricaron el demorado Pacto de Mayo en Tucumán, con el que el mandatario busca relanzar la según da etapa de su primer año de gobierno, en un nuevo aniversario de la Independencia.
Después de la firma del acuerdo, el Presidente brindó un discurso por cadena nacional, en el que consideró que la “Argentina se encuentra en un punto de inflexión”. “Los puntos de quiebre de una nación -continuó- no son momentos de paz y tranquilidad, son momentos de dificultad y conflicto donde todo parece cuesta arriba. Son momentos en donde el abismo se hace tan claro que el cambio se convierte en una obligación y una urgencia”.
“La conquista de esa dificultad ocurre porque quienes ocupan lugares de liderazgo tienen la valentía de ser más grandes que ellos mismos, hacer a un lado los egoísmos y realizar sacrificios para emprender juntos un rumbo común. Así es como se escribe grande la historia de los países”, remarcó el jefe de Estado en su mensaje.
Además, el Presidente cuestionó a los dirigentes políticos y sindicales que no asistieron a la firma del acuerdo en Tucumán. “El pueblo argentino le exigió el año pasado a la dirigencia política un cambio profundo de dirección. Que esto sea posible hoy después de tanta división es sin dudas el símbolo de un cambio de época. Ya lo hemos dicho, nosotros no miramos para atrás, no mantenemos rencores, creemos que lo único que tiene que hacer la política es discutir ideas y llevarlas a la realidad, no impugnar al adversario por cuestiones personales, perseguirlo por pensar distinto y vivir en una inquisición permanente”, dijo.
“Creemos que el desafío que enfrenta la Argentina hoy es demasiado grande y la promesa de un futuro mejor demasiado valiosa como para permitir que mezquindades o trifulcas del pasado nublen este camino. No obstante, hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental; en algunos casos porque sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso argentino, en otros casos por miedo o vergüenza de haber persistido en el error por tanto tiempo”, aseveró.
“No es causalidad que entre estos últimos se encuentren quienes intentan boicotear a este gobierno y conspiran para que fracase. Son adictos al sistema porque sus intereses personales son diametralmente opuestos al del común de la gente, y saben, aunque no lo admitan, que ellos progresan a costa de que al conjunto de los argentinos les vaya cada vez peor”, agregó.