CNN, la reconocida cadena de medios mundial destacó la iniciativa del gobernador Ricardo Quintela. Todos los detalles en la nota.
La provincia de La Rioja tiene su propia “moneda” desde julio: los Bonos de Cancelación de Deuda (Bocade), conocidos como “chachos”, ya pueden usarse para transacciones y el pago de salarios estatales, en medio de una disputa por fondos entre el gobierno local y el nacional.
A comienzos de año, la legislatura provincial aprobó una ley impulsada por el gobernador peronista Ricardo Quintela, que lo faculta a emitir bonos por el valor de hasta 22.500 millones de pesos (equivalente a más de US$ 15 millones a la cotización paralela) durante seis meses.
Los chachos, bautizados en honor al caudillo riojano Ángel Vicente Peñaloza, son instrumentos financieros para ser utilizados en el territorio provincial. Sirven para el pago de parte de los salarios de funcionarios y empleados estatales, quienes podrán cobrar hasta el 30% de su sueldo con estas cuasimonedas.
También pueden usarse para hacer compras en comercios adheridos y para el abono de servicios e impuestos locales.
Los bonos estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de este año, y desde esa fecha sus portadores tendrán 15 días hábiles para hacer su rescate definitivo y canjearlos por pesos argentinos, con un rendimiento del 17% semestral.
De todas maneras, existe la opción del rescate anticipado, que faculta a los comerciantes que acepten los Bocade a convertirlos en pesos antes de su vencimiento, mediante una solicitud previa. En este caso, no se gozará del interés adicional del 17%.
Los billetes vienen en denominaciones de 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000 y 50.000 chachos. Según la administración riojana, su valor es equivalente al del peso. Si bien esto no se trata de la acuñación de una moneda local, ya que la Constitución Nacional lo prohíbe -salvo a la provincia de Buenos Aires por un pacto constitucional del siglo XIX-, la autorización para su uso cotidiano permite que en la práctica actúen como tal.
En una entrevista al medio El Tribuno, Quintela confirmó que en esta primera etapa se inyectaron 50 millones de chachos para “empezar a familiarizarlo”, y que el mes siguiente se pondrán en circulación 3.000 millones (más de US$ 2 millones, considerando su valor en pesos al tipo de cambio en el mercado paralelo), y los empleados de menor rango se verán alcanzados.
La primera semana de julio, solo los altos funcionarios recibieron un primer pago con esta modalidad, según explicó Alfredo Arana, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado de la Rioja, quien además explicó que el mes próximo sí le tocará a los empleados, quienes de momento no recibirán parte de su salario en chachos, sino un importe adicional equivalente a 50.000 pesos (US$ 34).
En relación con la postura que tendrán los comercios ante la circulación de las cuasimonedas, Juan Keulian, director del Centro Comercial e Industrial de La Rioja, aseguró a Radio con Vos que si bien desde el sector no apoyan esta medida, “en el 80% de los casos, a los bonos los van a recibir”, y que lo harán al valor de “uno a uno”.
En la misma línea, explicó que quienes no los acepten serán casos particulares, como quienes venden productos electrónicos importados o los pequeños negocios de cercanía, que necesitan disponibilidad de pesos para reponer mercadería todos los días.
“Nosotros trabajamos con cooperativas, con algunos comerciantes y están dispuestos a aceptarlos, porque sería como un pago extra al salario. Hay que empezar a ver cómo circulan, porque también es una cuestión de confianza entre el que recibe y el que se lo da. Si empieza a circular y no hay problemas (…) quizás funcione”, lo respaldó Arana.
Respecto de su valor, el presidente Javier Milei se expresó sobre la posibilidad de que los bonos pierdan la relación uno a uno con el peso, algo que podría ocurrir si cayera su nivel de demanda.
En ese sentido, respondió a una consulta a través de la red social X, y fue contundente al anticipar cuál sería su accionar en caso de que esto suceda: “No rescataremos cuasimonedas”.
Ya en enero, el mandatario se había referido al tema de forma similar y en tono irónico mediante la misma plataforma: “Bienvenidas las monedas provinciales a la competencia, las cuales, les quiero señalar, a diferencia de lo que pasó en el pasado, de ningún modo van a ser rescatadas por el Gobierno Nacional. Al mismo tiempo, la cotización que las mismas tengan respecto a la paridad dará una evaluación de mercado de la calidad del Gobierno que la emite”.
En el noroeste argentino explican que esta medida se debe al “no envío de los fondos que le corresponde a la provincia por parte del gobierno Nacional, la devaluación, el ajuste y la profunda crisis que están atravesando todas las provincias”.
Además, añaden que la decisión “permitirá potenciar el circuito financiero local, reactivando la economía y el consumo”.
Este argumento se entiende en el marco de largas tensiones y reclamos cruzados entre Ricardo Quintela y el gobierno nacional desde la asunción de Milei en diciembre de 2023.
En gran parte, estos enfrentamientos nacen del supuesto no envío de fondos desde la nación, entre otros conceptos por la Coparticipación Federal, un sistema de distribución de la recaudación impositiva entre las provincias.
En aquel momento, el gobernador riojano le reclamó al gobierno central una deuda de 9.300 millones de pesos (unos US$ 6,3 millones), pedido que aún hoy sostiene y que es rechazado por la administración federal. Días atrás, el presidente Milei dio una entrevista a TN y aseguró que dichos fondos son repartidos “de acuerdo a la ley”.
Las “cuasimonedas”, nada nuevo en Argentina
Por más novedosa que pueda parecer la llegada de los chachos, la emisión de este tipo de bonos poco tiene de inédito en el país.
Según el Centro de Estudios de la Situación y Perspectivas de la Argentina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), estos instrumentos “comenzaron a aparecer a mediados de la década de 1980, cuando las provincias se vieron sometidas a procesos de racionamiento de fondos de parte de la Nación”. De todas maneras, su aparición con más fuerza fue en 2001.
En aquel momento regía la Ley de Convertibilidad que impedía emitir pesos sin tener un respaldo equivalente en dólares. Fue ante eso que las provincias y la nación se apoyaron en estas “cuasimonedas” como alternativa, haciendo que llegaran a convivir 14 tipos de bonos.
Este camino concluyó en 2003, dos años después del peor estallido social y económico en la historia argentina. En ese entonces, el Gobierno nacional, primero encabezado por Eduardo Duhalde y luego por Néstor Kirchner, rescató todos los papeles emitidos.
CNN