Con goles de Thiago Almada, Luciano Gondou y Equi Fernández, la Albiceleste se impuso y depende de sí mismo para conseguir la clasificación a la próxima ronda. Para los asiáticos anotó Aymen Hussein.
No hubo mejor forma de dejar atrás el bochornoso debut con Marruecos –en el que le anularon el gol del empate tras casi dos horas- que con un partido así. Con un fútbol vistoso, y también con la garra característica, la Selección Argentina Sub 23 venció 3-1 a Irak en la segunda fecha del Grupo B y levantó cabeza en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El combinado de Javier Mascherano hizo méritos de sobra para irse al descanso en ventaja. Es que después de que Thiago Almada abriera el marcador sobre el primer cuarto de hora con un puntazo de derecha, hubo varias oportunidades que no tuvieron destino de red iraquí.
El N°10 contó con otra muy clara de zurda que se fue besando el poste izquierdo de Hussein Hassan. Y Julián Álvarez tampoco pudo aprovechar las suyas: un latigazo cruzado que se fue pidiendo permiso y un remate desde afuera del área que pasó muy cerca del travesaño.
Sobre el cierre de la etapa inicial, los de Medio Oriente, que hasta ese momento habían aguantado las embestidas e insinuado con pelotazos al corazón del área, se proyectaron por la banda izquierda y lograron igualar el trámite con esa fórmula: centro al punto penal, anticipo de Aymen Hussein a Nicolás Otamendi y resultado 1-1. Oportunismo y efectividad.