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Diputado que visitó a torturadores en la cárcel “no sabía quiénes eran”

“Tuve que buscarlo en Google”, dijo Lourdes Arrieta sobre su visita al torturador de la dictadura Alfredo Astiz, conocido como el “Ángel de la muerte”

La diputada Lourdes Arrieta, de la coalición gobernante La Libertad Avanza (LLA), dijo que no sabía quiénes eran los represores de la dictadura cuando ella y otros legisladores de su bancada los visitaron en la cárcel . La legisladora de la Cámara Baja afirmó que fue “engañada”.

“Tuve que googlearlos cuando salí de la cárcel para saber quiénes eran”, dijo a Noticiero 9. “Los repudio absolutamente porque son parte de la historia oscura de Argentina”.

Hace dos semanas, seis diputados de la LLA provocaron revuelo al conocerse que habían visitado en la cárcel federal de Ezeiza a varios ex militares que cumplen condenas a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. La visita fue organizada por el diputado Beltrán Benedit y, según Arrieta, inicialmente se planteó como una visita “humanitaria” e “institucional” a los reclusos para conocer sus condiciones de vida y salud.

“Nos engañaron para ir”, dijo, refiriéndose a ella misma y a su colega diputada Rocío Bonacci. “Me siento engañada por el diputado que organizó la visita”.

El grupo de represores que visitaron incluía a Alfredo Astiz, Carlos Suárez Mason, Raúl Guglielminetti, Antonio Pernías y Adolfo Donda.

Astiz, conocido como “el Ángel de la Muerte”, es uno de los represores más letales y temidos de la última dictadura. Arrieta confirmó a Radio MDZ que ella y los demás diputados se habían reunido con él.

Cuando se le pregunta cómo no sabía que se trataba de Astiz, responde: “¿Cómo iba a saberlo si nací en 1993? No viví esa época. No tengo ni idea de quiénes eran las figuras de esa época. Sólo vi a unos reclusos de 80 años. No sabía sus nombres, no reconocía sus caras”.

“No es una justificación, es simplemente la verdad”, dijo Arrieta y agregó que votará a favor de una propuesta de diputados peronistas y de izquierda para evaluar la mala conducta de los legisladores y potencialmente votar para sacarlos de la Cámara Baja.

Según el relato de Arrieta, los agentes se sentaron con los torturadores y hablaron con ellos. Arrieta y Bonacci decidieron irse cuando este último empezó a sentirse incómodo. Tras saber a quién habían visitado, se sintieron “angustiados” y “conmocionados”.

Fuentes de LLA dijeron inicialmente que Bonacci se había negado a bajar del auto de la Cámara Baja en el que se trasladaban cuando se percató del objetivo de la visita. Los comentarios de Arrieta desmienten esta versión. Agregó que “ninguna visita se hace si no se aprueba primero” y que todos los diputados del bloque estaban al tanto de la misma, incluido el líder Gabriel Bornoroni, porque Benedit envió la invitación en un chat grupal general.

Los miembros del gobierno se han desmarcado de la situación cuando se les preguntó al respecto. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, a quien Arrieta le responde políticamente, dijo que ni él, ni el gobierno, ni LLA como partido estaban de acuerdo con la visita. Calificó la visita como parte de la “agenda personal” de los diputados.

“Yo no lo hubiera hecho”, dijo el presidente Javier Milei. Consultado por el Herald , el secretario de Comunicaciones, Eduardo Serenellini, dijo que eso “estaba en el pasado” y que no habría más comentarios oficiales al respecto.

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