El Gobierno aclaró que los comensales pagaron sus platos. El encuentro se realizó en el quincho de la residencia presidencial y entre los convocados estuvieron los radicales que fueron suspendidos por cambiar su voto
Veinte mil pesos por persona. Esa es la suma que, según informó el Gobierno, pagó cada uno de los 87 diputados que apoyaron el veto presidencial contra la reforma jubilatoria que se había aprobado en ambas cámaras del Congreso Nacional y que fueron invitados por el presidente Javier Milei a comer un asado que se realizó esta noche en la Residencia de Olivos.
A los legisladores del partido oficialista La Libertad Avanza, y a los que pertenecen al PRO, al MID, a la UCR y a partidos provinciales que apoyaron al Gobierno en la votación les fueron cursadas las invitaciones mediante un correo electrónico que salió desde la Secretaría General de la Presidencia que está a cargo de Karina Milei. El menú para el encuentro en el quincho de la Quinta fue un asado tradicional con ensaladas, una copa de vino, gaseosas y agua para cada uno de los comensales.
Entre los anfitriones, además de Javier y Karina Milei, se encontraban el asesor Santiago Caputo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
En tanto, según pudo saber Infobae, sólo el diputado Mariano Campero se encuentra presente de los cuatro radicales que contradijeron la postura de su bloque y acompañaron al oficialismo.
“Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el déficit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir”, tuiteó en su cuenta el Presidente el miércoles cuando consiguió que el Parlamento respaldara su decisión. Al otro día se conoció que iba a invitarlos a cenar como forma de agradecimiento. Todavía no se sabía que los gastos iban a ser compartidos, con un reparto “a la romana”.
La cena empezó puntual a las 20.30 con una mesa en forma de U en la que el primer mandatario se ubica en la cabecera.
Adorni publicó un tuit para aclarar cómo abonarán la cena. “Ante algunas versiones disparatadas sobre la cena que se realizará hoy en la Quinta de Olivos, les cuento que la misma será abonada por cada uno de los comensales. El costo será de $20.000 por persona y lo abonaremos con tarjeta de débito (no se aceptará pago en efectivo)”, escribió.
Con esos 87 votos el miércoles de la semana pasada, mientras sectores de la oposición se movilizaban en los alrededores del Congreso, el Gobierno pudo frenar el incremento en los haberes de jubilados y pensionados que se había aprobado. El Ejecutivo vetó la norma totalmente con el argumento de que afectaría la base de su política económica, el superávit fiscal y la búsqueda del déficit cero.
Los bloques opositores, para ratificarla, necesitaban los dos tercios del total de los votos, el respaldo de al menos 162 diputados. Entre las ausencias y algunas abstenciones más la postura de estos legisladores el Gobierno logró su objetivo.
Aunque sólo asistió Campero, fueron invitados los diputados radicales que primero se reunieron con el jefe de Estado en la Casa Rosada y que luego votaron a favor del veto al aumento de los jubilados. Martín Arjol, Luis Picat, Pablo Cervi. Ellos recibieron una sanción de la Mesa Directiva del partido radical, que determinó quitarles la afiliación y los derechos partidarios por lo que quedarán al margen hasta tanto el Tribunal de Ética defina sus situaciones. El otro participante de esa reunión fue el correntino José Tournier, quien responde al gobernador radical de su provincia, Gustavo Valdés, pero sin relación con la UCR.
La decisión de la cúpula radical que encabeza Gastón Manes provocó la reacción de dirigentes fuertes de la UCR como el gobernador mendocino Alfredo Cornejo o el diputado cordobés Rodrigo de Loredo.
“La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal”, opinó el ex senador nacional en su cuenta de X (ex Twitter). De Loredo, por su parte, calificó a la medida como “inédita, de una gran irresponsabilidad y parcialidad selectiva”.
“No es la primera vez que miembros del Bloque votan de manera diferente. Ni en Diputados ni en Senadores. No tiene ningún efecto directo sobre el Bloque de Diputados Nacionales de la UCR. Cualquier decisión sobre la conducta de los diputados que integran nuestro Bloque será tomada entre los pares, buscando siempre los consensos y sin posturas sesgadas dentro de un partido que incluye pluralidad de miradas”, completó el mensaje que compartió en su cuenta de X.