El presidente brasileño Lula da Silva intentará ser mediador y defenderá los intereses del Sur Global. Arduas discusiones para encontrar un punto de acuerdo entre los países para firmar la declaración conjunta.
Comienza este lunes la cumbre del G20 en Rio de Janeiro, en un contexto marcado por crisis climáticas, conflictos globales y un reciente cambio político en Estados Unidos. Allí el presidente de Brasil Lula da SIlva busca destacarse como mediador y defensor de los intereses del Sur Global. En tanto, se espera por la participación de Javier Milei, tras el encuentro con su par de Francia Emmanuel Macron en Buenos Aires.
Lula dio la bienvenida a los líderes internacionales de peso y sostendrá reuniones bilaterales con representantes de las principales naciones participantes. El G20, integrado por países del G7 y economías emergentes, representa el 85% del PBI mundial y dos tercios de la población global.
La cumbre del G20 en Río será una oportunidad para que Lula demuestre el regreso de Brasil al liderazgo internacional. El mandatario de 79 años busca reforzar el papel de Brasil como mediador en las tensiones globales y promover una agenda centrada en la urgencia climática y los desafíos económicos.
Se espera que la cumbre concluya con una declaración conjunta en la que se refleje el consenso alcanzado entre los miembros. Sin embargo, Milei analiza no sumarse si es que el documento final no se alinea con la política del Gobierno, especialmente en temas de seguridad y cambio climático.
A pesar de su enfoque en la cooperación global, Lula tomó la decisión de no invitar al presidente ruso, Vladimir Putin, debido a la orden de arresto emitida contra él por la Corte Penal Internacional, de la cual Brasil forma parte.
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Pese al esfuerzo del mandatario de Brasil de priorizar los desafíos económicos y climáticos, no se podrán soslayar los conflictos entre Ucrania y Rusia como así también la tensión en Medio Oriente, con Israel, Irán y la Franja de Gaza.
La presidencia brasileña del G20 anunció tres prioridades para el debate de la cumbre: la lucha contra el hambre, la transición a la energía renovable y la reforma de las instituciones internacionales. Uno de los momentos más destacados de la cumbre será el lanzamiento de la Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa propuesta por Lula para combatir estos problemas de manera significativa para 2030.
Desde su creación en 1999, el G20 ha evolucionado más allá de su enfoque inicial en la política macroeconómica, a incluir temas como el medio ambiente y la integración entre las economías del norte y el sur global.
En esta edición, también se retomará el debate sobre el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, cuyas negociaciones llevan más de dos décadas. El tratado busca establecer la mayor zona de libre comercio del mundo, abarcando un mercado de 780 millones de personas y eliminando más del 90% de los aranceles entre los bloques. Se estima que este acuerdo podría generar un volumen comercial anual de entre 40.000 y 45.000 millones de euros.
La cumbre tiene lugar apenas dos semanas después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que dieron la victoria a Donald Trump. Aunque Joe Biden estará presente en Río como presidente saliente, su participación genera expectativas sobre cómo afectará el regreso de Trump la dinámica global. Este evento será, además, la última gran reunión mundial de Biden antes de entregar el poder.