Después de que el Senado rechazara su pliego para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y sin apoyo en el mundo judicial, Manuel García-Mansilla decidió presentar la renuncia al cargo en el que había sido designado en comisión.

Pesaba sobre él, además, una cautelar del juez Alejo Ramos Padilla que le ordenaba abstenerse de tomar decisiones en el Máximo Tribunal durante tres meses.
Así, pese a los intentos iniciales del Gobierno para que “resista en el cargo”, el abogado constitucionalista presentó su renuncia como ministro de la Corte. De hecho, ya este fin de semana en la Rosada le habían soltado la mano: “Si renuncia es un tema personal de él”, resumió un funcionario.