Desde Salta, su amigo y periodista Oscar Humacata lo recordó como “un prócer de la música popular” que supo mantener vivas las tradiciones y la esencia del canto argentino.

El folklore argentino atraviesa días de profundo dolor. El viernes 4 de julio falleció, a los 73 años y tras una dura lucha contra una enfermedad oncológica, Federico Córdoba, uno de los grandes referentes de la música popular salteña y fundador del histórico conjunto Las Voces de Orán.
Desde Salta, su amigo y colega Oscar Humacata, periodista, locutor y maestro de ceremonias en los festivales más importantes del país, lo recordó en una entrevista con Mis Queridos Viejos por Medios Provincia: “Federico Córdoba nos enseñó a amar la familia y el canto argentino. Nos entregó su música, su casa, su gente. Era un hombre sencillo, cercano, que nunca se subió al pedestal de la fama”, destacó.
Córdoba fue mucho más que un músico. Desde su fundación, Las Voces de Orán sostuvieron la estética tradicional gaucha en los escenarios, defendiendo la raíz folklórica en tiempos de cambios. “Cuando la imagen del gaucho argentino desaparece en los escenarios, ellos la mantenían. Eso es identidad, eso es fortaleza cultural”, remarcó Humacata.
El legado de Córdoba no solo quedó grabado en Salta, sino que también se entrelazó con La Rioja. En 1973, Las Voces de Orán, junto al Chango Nieto, grabaron fuera de la provincia el tradicional “Carnaval en La Rioja” de Don Chacho Olivera. En 1975, en el Festival de Cosquín, se consagraron con “Chaya de los Pobres” de Ramón Navarro, y en los últimos años emocionaron al público con “Tormenta de Vino”, obra del riojano Hugo Casas, símbolo de la región.
“Las Voces de Orán supieron cerrar siempre sus presentaciones con la chaya, con la identidad que representa esa música. Federico tenía la visión de entregarnos canciones que nos alegren el corazón, que sean populares y de todos”, recordó Humacata.
Salta vivió una despedida pocas veces vista. Desde la llegada de los restos a la ciudad de Orán, una caravana interminable de autos, motos y sirenas recorrió las calles en su honor. “Fueron tres días de duelo. Hasta los bomberos tocaron la sirena grande de la ciudad cuando pasaron los restos de Federico”, relató Humacata.
Incluso en sus últimos días, Córdoba siguió vinculado a los escenarios. Su última actuación fue en el festival de El Carril, en el Valle de Lerma. “Hizo un esfuerzo enorme en esa actuación. Los hijos lo ayudaban a afinar la guitarra, lo sostenían, pero igual alzó ese grito bagualero que estremecía al público”, recordó, visiblemente emocionado.