Melanio Meza, encargado del edificio donde vivía Beatriz Sarlo, presentó un testamento manuscrito en el que la escritora lo habría nombrado heredero de su departamento y tutor de su gata Niní.

Melanio Alberto Meza, portero del edificio donde vivía Beatriz Sarlo, aseguró que el 2 de agosto del año pasado la escritora le entregó un testamento escrito a mano. Según su relato, Sarlo lo nombró heredero de su departamento de la calle Hidalgo al 140 y responsable de su gata Niní. Tras la muerte de la intelectual, Meza presentó el documento ante el Juzgado Civil N°91, que quedó a cargo de la sucesión.
El supuesto testamento de Sarlo, fallecida el pasado 17 de diciembre, decía: “Alberto Meza, quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte, y también quedás a cargo de mi gata Niní, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo”.
Otra nota, más arrugada y desgastada, también fue aportada por Meza. En ese papel, Sarlo le habría anticipado que, “en caso de un accidente”, él se haría cargo de la gata. Sin embargo, la Justicia comprobó que la escritora no dejó constancia de sus deseos ante un escribano, ni hay testigos que avalen esos documentos.
Las cartas fueron catalogadas como un “testamento ológrafo”, una figura legal que reconoce la validez de escritos hechos de puño y letra por el testador, pero cuya autenticidad debe ser verificada. Por eso, el expediente incluye ahora un peritaje caligráfico, que comparará los textos con documentos oficiales de Sarlo, como pasaportes y dedicatorias de libros.

Alberto Sato, exmarido de Sarlo, también se presentó en la sucesión con un reclamo legal. Denunció que la nota presentada por Meza no puede considerarse un testamento válido y solicitó al Juzgado N°91 que sea descartada. “Entiendo que se trata de un acto de confusión –para no pensar en un acto de temeridad–. Supongo que terminar de ‘hacerse cargo’ importa un acto de disposición no resiste mayor análisis”, argumentó. También pidió un inventario completo de los bienes de Sarlo, desde sus propiedades hasta su biblioteca, muebles y discos.
El patrimonio en disputa no se limita al departamento de la calle Hidalgo. Según consta en los documentos judiciales, Sarlo también poseía otra unidad en la misma dirección, un tercer departamento en la calle Talcahuano y una caja de ahorro en pesos.
Fuente: A24