También se destacaron el debut de Saypa, Emiliano Zerbini y la apertura de Somos Bien Argentino. Unas 10 mil personas le dieron un buen marco de público al festival en su inicio.
Pese al contexto de crisis que define al comienzo de 2024, y tras haber superado la amenaza previa de la encefalomielitis equina, el encuentro que abre la temporada festivalera en la provincia puso primera y dejó la sensación de que algunos clásicos pueden más que cualquier incertidumbre.
Durante esta primera jornada oficial –al margen de la previa gratuita del jueves-, el escenario Martin Fierro atestiguó un desfile artístico que sintetizó los valores actuales del festival, aunque en este caso faltó presencia femenina en escena.
Juan Fuentes, Los Nocheros y Ulises Bueno fueron los principales destacados de una noche que tuvo hasta al clima como aliado y convocó a unas 10 mil personas adentro del anfiteatro. En las afueras del José Hernández y en las cuadras aledañas, una multitud acompañó el estreno festivalero con un incesante movimiento en los alrededores.
UNA AUSENCIA Y MÁS DE UNA SORPRESA
Tras la habitual arenga, y con puntualidad televisiva -el “¡buenas noches, patria!” se escuchó precisamente a las 21.01-, el festival de puso en marcha entre ballets, bendiciones y la correspondiente presentación de las delegaciones de la doma. En medio de ese segmento, el himno nacional interpretado por Juan Fuentes anticipó el virtuosismo vocal que el salteño ya convirtió en costumbre.
La apertura también dejo ver la ausencia de Cristian Bazán, consolidado locutor del festival que no estará al frente del evento por primera vez en más de dos décadas. Los experimentados Natalia Balverdi y Andrés Bolletta, fijas en el último tiempo, se distribuyeron esa función y no hicieron mención alguna del tema.
Al igual que en 2022, la compañía Somos Bien Argentino tuvo a su cargo el acto inaugural, que incluyó la presencia destacada de más de 1.200 bailarines de todo el país. La imagen de cientos de parejas “agitando pañuelos” en el verde césped fue todo un símbolo. También jugó en ese plano la elección de Septiembre del 88, canción de Cacho Castaña que se resignificó al calor de los hechos recientes.
nmediatamente después del proyecto de Ángel Carabajal, también encargada del cierre, Juan Fuentes deslumbró con su registro de barítono y fue inteligente a la hora de elegir el repertorio. Desde el puente carretero, Entre a mi pago sin golpear, Canción con todos, Que nadie sepa mi sufrir y la mejicana El rey estuvieron en la lista, que cerró con el ya clásico La noche sin ti.
A su turno, ya intercaladas con el campeonato de jineteada, las actuaciones de Saypa y Emilia Zerbini no desentonaron.
El dúo sanjuanino, cuya carta de presentación es el aval de Jorge Rojas, hizo su debut en el festival y dejó una sorprendente contundencia sobre el escenario: dos guitarras y dos voces hermanadas condensaron la atención de los curiosos que querían saber quiénes eran esos músicos. El mitad cordobés, mitad riojano, desempolvó algunos viejos clásicos y canciones autóctonas como Serrano soy y ratificó por qué es “el favorito de los bailarines”.
LOS PLATOS FUERTES
Con una demora en la grilla que se fue profundizando con el correr de la madrugada, Los Nocheros subieron poco después de la 3. Sin Kike Teruel, los tres integrantes restantes (Mario y Álvaro Teruel y Rubén Ehizaguirre) oficiaron de reyes magos para un público ávido de clásicos. Y claro que los hubo en un concierto que no presentó material nuevo pero sí formación reconfirmada.
En contexto de trío, y con un paseo por grandes páginas del cancionero nochero y popular (Roja boca, Voy a comerte el corazón a besos, Desde que no estás aquí, Vuela una lágrima). Junto a una banda que incluyó tres coristas y arreglos de percusión propios del trap, los salteños mostraron que sus armonías vocales siguen estando vigentes. En ese plan, merece un destacado especial Álvaro, el miembro más joven del grupo (hijo de Mario) que proyecta su voz con una tranquilidad y una potencia cada vez más notables.
Cada vez más cerca de las 5, Ulises Bueno todavía no aparecía. Antes había dicho en conferencia que estaba atravesando el “mejor momento” de su carrera y valoró el tiempo que se tomó para dedicarse a su familia. También aclaró que volverá de a poco a los escenarios, aunque sin someterse a la vorágine de otras épocas.
En ese sentido, “el Caño” lució una sonrisa en su rostro que ni siquiera se borró con las demoras en la grilla. Con un tiro por elevación para la comisión del festival (“el tiempo no se puede comprar”), Bueno le pidió disculpas a su gente y, al igual que Los Nocheros, el cuartetero fue al hueso. Mentiras, Ahora mírame, Atorrante, Me levanté e Intento sonaron en el cierre de una madrugada que todavía tenía resto para más tunga-tunga.
FUENTE www.lavoz.com.ar/
