También hay 100 desaparecidos y más de 1.000 personas evacuadas. El gobernador Axel Kicillof y los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri recorrieron las zonas afectadas. “Básicamente, hay que reconstruir la ciudad”, dijeron desde la Provincia

El desastre dejó una imagen desoladora: casas anegadas, autos apilados, familias evacuadas y una ciudad tratando de entender la magnitud del golpe. En Ingeniero White, uno de los barrios más afectados, los vecinos describen con amargura lo que quedó tras el agua.
“Ayer teníamos agua hasta la cintura, hoy hasta la rodilla”, describió un vecino a TN, mientras recorría su casa destruida. “Los colchones y los muebles flotaban. Lo que más me preocupaba eran los perros”, agregó, con la mirada perdida en el barro que cubre su hogar.
Otro vecino, de pie junto a su auto destrozado, sacude la cabeza con resignación. “El agua llegó hasta el volante. Espero que se pueda rescatar. Una vez que baje el agua voy a probar si arranca. Ahora no hay nada que hacer. Lo único que nos quedó fue cerrar todo y salir corriendo”, aseguró.
Las historias de desesperación se repiten por toda la ciudad. “Ayudamos a una persona mayor que tenía agua hasta el techo”, relató otro habitante, todavía conmovido por la escena.
La incertidumbre pesa sobre Bahía Blanca. La ciudad intenta levantarse, pero la herida es profunda. “Sentimos la amargura del día después”, admitió otro damnificado. Ahora, solo queda esperar que el agua se retire y que la reconstrucción, lenta y dolorosa, pueda comenzar.